miércoles, 9 de enero de 2013

Prosa que parece poesía. Necesidad expresiva.

La poesía fluye entre los amantes
como música que arrastra el viento
fundida con el aroma de las flores
que nacen de la piel.
La poesía rompe la barrera de los cuerpos
y los deshace en lágrimas y gemidos:
ocurre cuando el sueño
despierta y, como mil palomas,
alza el vuelo presto al cielo
donde tiene morada.
¿Acaso no baila el amor
entre la armonía
de unos tercetos encadenados?
¿Acaso no es el amor
hijo de unos héroes
que versos lloraban
en vez de lágrimas?
Los disparos del aliento
son la poesía que nace en la garganta
de los amantes que sueñan y danzan.
Mañana moriremos, los dos;
mas hoy déjame deshacerme en luz
y morir alumbrando tu piel
y tu espíritu.

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