sábado, 19 de enero de 2013

Fuego, fuego y agua

Algún día me va a reventar el pecho
mientras pierdo el tiempo estudiando
y de las entrañas me nacerán
lágrimas, versos y sollozos.
¿Qué mayor honor podría esperar del cielo
que con sólo la cálida luz de tus ojos
me anegase el alma entera
y diese así por zanjado el abismo
que se abre entre tu verso y el mío?
¡Ven tú, el ángel del mar en los ojos!
¡Ven y llena el negro vacío que con gestos
de cuchillo voraz ha forjado la eterna
melancolía de tu palabras!
Me basta con que escribas;
sólo sigue escribiendo, así,
con esa gracia tuya,
con ese donaire de tus manos
al posarse sobre una pluma;
pues se me deshace el pecho en agua,
en sangre, en llanto y en versos.

miércoles, 9 de enero de 2013

Prosa que parece poesía. Necesidad expresiva.

La poesía fluye entre los amantes
como música que arrastra el viento
fundida con el aroma de las flores
que nacen de la piel.
La poesía rompe la barrera de los cuerpos
y los deshace en lágrimas y gemidos:
ocurre cuando el sueño
despierta y, como mil palomas,
alza el vuelo presto al cielo
donde tiene morada.
¿Acaso no baila el amor
entre la armonía
de unos tercetos encadenados?
¿Acaso no es el amor
hijo de unos héroes
que versos lloraban
en vez de lágrimas?
Los disparos del aliento
son la poesía que nace en la garganta
de los amantes que sueñan y danzan.
Mañana moriremos, los dos;
mas hoy déjame deshacerme en luz
y morir alumbrando tu piel
y tu espíritu.

martes, 8 de enero de 2013

Pensamientos en mis moradas


El sentimiento neoplatónico
restringe de manera espantosa
los límites del amor.
No hay reglas, ni pecado;
todo es válido, querida mía.
Amemos, dulce reina,
seamos una única llama
que arda para siempre;
seamos una piel y un solo aliento,
pues vale tanto la piel mortal
como los mil amaneceres
que brotan del alma enamorada.
La caricia, el sexo y el espíritu
van de la mano...
en el amor, claro;
sólo él puede unir en belleza infinita
conceptos tan lejanos.