martes, 6 de noviembre de 2012

Sus versos huelen a plata

El tiempo me abruma; es algo terrible.
El tiempo me está hiriendo
de un tiempo a esta parte.
Ay, Dios mío, si algún día acabare
subiría a la cima de un acantilado
y me entregaría a la dulce muerte
de sus blancas rocas.
Es, pues, cuando me entrego a la lectura
de algo divinamente hermoso
terrible, vital, apasionado y doloroso.
Es una melodía que se mezcla con el aire
que respiro mientras los leo;
esos versos que me conmueven
que me erizan el vello y me cierran la boca,
y me hacen llorar, oh sí, llorar;
eso que es tan poco de hombres.
Unas palabras escritas que son aire
etéreo mezclado con el perfume
del jardín de lágrimas y azucenas
que son sus versos.
Porque sus versos mi hieren como el tiempo.
Sus versos son... no sé, tal vez aire,
tal vez fuego, tal vez agua
o tal vez un amor que crece en mi alma
regado por mis lágrimas.

jueves, 1 de noviembre de 2012

Mentiras

Cuando en la naciente noche desnudes
tu cuerpo y dejes que sólo la luna te bañe
y las estrellas te coronen;
y mientras un tenue fuego arda en la terraza
cuyas chispas brillen con deseo en el cristal
de nuestras copas
deslízate lentamente sobre el diván,
recuesta tu cabeza y que sea el cielo el que te abrace.
Mírame y acerca tus labios a mi oído
y dime,
dime entonces
que el mar es mucho más hermoso de lo que parece;
que los pájaros vuelan cerca del sol
porque cada día es una esperanza para el hombre.
Dime, mi dulce amada, que el cielo y la tierra
no son más que un grano de sal oculto en tus lágrimas
y que la vida es una luz que se eleva al cielo
y tu alma y la mía serán eternas;
serán un fuego que arda en la oscuridad de los siglos.
Dime, dulce mía, mientras acaricio tu pelo de ébano,
que el vino de nuestras copas es la vida
que se nos escapa por los ojos y nos hará inmortales;
entonces, sólo entonces, dime que este momento
techado por un cielo negro coronado de estrellas
son las gotas de vino que resbalan de tus labios
muriendo entre los pliegues de tu vestido.
Dime, por último, que todo eso es mentira
y que nuestras vidas durarán
lo que dura el vino en nuestras copas.