martes, 6 de noviembre de 2012

Sus versos huelen a plata

El tiempo me abruma; es algo terrible.
El tiempo me está hiriendo
de un tiempo a esta parte.
Ay, Dios mío, si algún día acabare
subiría a la cima de un acantilado
y me entregaría a la dulce muerte
de sus blancas rocas.
Es, pues, cuando me entrego a la lectura
de algo divinamente hermoso
terrible, vital, apasionado y doloroso.
Es una melodía que se mezcla con el aire
que respiro mientras los leo;
esos versos que me conmueven
que me erizan el vello y me cierran la boca,
y me hacen llorar, oh sí, llorar;
eso que es tan poco de hombres.
Unas palabras escritas que son aire
etéreo mezclado con el perfume
del jardín de lágrimas y azucenas
que son sus versos.
Porque sus versos mi hieren como el tiempo.
Sus versos son... no sé, tal vez aire,
tal vez fuego, tal vez agua
o tal vez un amor que crece en mi alma
regado por mis lágrimas.

3 comentarios:

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  2. Guau, Alfonso. ¡Guau!

    ¿Sabes cuál es la sensación ésa que tienes cuando estás leyendo algo sumamente hermoso y dices: "¡Dios, qué verso!", y sigues leyendo y dices: "¡Dios, qué metáfora!" y así hasta que llegas al final y descubres que el poema entero es poesía en el sentido más bello de la palabra?

    Eso he sentido yo mientras te leía, y te aseguro que el vello estaba tan erizado o más como lo describes.
    Poesía, Alfonso. Lo que tú escribes se llama POESÍA.


    Pero, aún así, creo que me atrevo a quedarme con un verso: "Porque sus versos me hieren como el tiempo".
    Resume a la perfección lo que siento cada día.


    Un abrazo enorme, compañero!

    PD: Te lanzo una propuesta: que escribamos juntos algo; a dos plumas. ;)

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  3. Ay, María, ¿qué quieres que te diga? Tus comentarios son la vida, Dios mío, me dejas helado cuando los leo y me animan muchísimo: no te haces una idea, de verdad, de lo que es sentir que le he dicho algo a alguien con mis poemas, que he conmovido a alguien con lo que he escrito... En fin, ¿qué te voy a decir que no sepas? Que veas con esos ojos mis poemas me engrandece mucho, pues cuando los escribo no es que los tenga precisamente en un pedestal como tú me los pones; yo no los veo para tanto, pero entonces llegas tú y tus palabras y me lleno por dentro y me siento "almatómico", jeje, como dices tú en uno de tus poemas.
    Mil gracias de nuevo por tus palabras, ay Dios, cómo me reconfortan. Ojalá y fuésemos inmortales y viviésemos de versos para siempre.
    PD: tu propuesta ha sido ya la guinda que corona el pastel. Sería un honor escribir algo contigo. Cuando me digas lo hacemos.

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