sábado, 4 de agosto de 2012

La vida de los hombres

La vida de los hombres
no es ni carne, ni hueso, ni sangre,
sino un burbujeo de almas
que se alimentan del sueño
de los poetas.

La vida de los hombres
es el peso de las montañas
y el arrullo del río
y el susurro de los árboles
y el manso ruido del agua
que nace del vientre de la tierra.

La vida de los hombres
está hecha de lágrimas y suspiros,
de pensamientos vagos que se funden
con el viento de la noche
y el brillo de la luna de plata
donde encuentran morada
y reposo.

Y es el alma que danza en los valles
surcados de ríos y arroyos,
peinados por sauces dormidos
que acarician y besan
sus aguas serenas.

Y es ahí donde el alma haya morada
y vida y plenitud,
al dormir sobre las colinas
mecidas por un sol dorado.

"Pero eso ya no importa. La gente tiene mente de avaricia y creen que son carne, hueso y sangre. Y no saben que su espíritu se alimenta de pensamiento, de música y de poesía, muriendo así como mueren; enterrados en el olvido del peso de los siglos."


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